miércoles, abril 30, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 196: La chicha de jora y el cobrador

Hace unos años, me encontraba en un ómnibus en Granada, cuando una anciana se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta posterior. El vehículo se detuvo un momento en el paradero, pero luego siguió su camino.

-Señor, ¿por qué no ha abierto en la parada? –preguntó alarmada la anciana.

-¡Usted no tocó el timbre, señora! –respondió el joven chofer, de terno y corbata color guinda.

-¿Pero no me vio...? Siempre abren...

-¡Déjeme conducir y no me eche la bronca! –gritó el chofer, con esa tosquedad que tienen algunos españoles y deja perplejos a los latinoamericanos.

El ómnibus se detuvo en dos semáforos en rojo, pero el chofer no accionó la puerta hasta el siguiente paradero, unas diez cuadras después. Resignada, la mujer bajó en silencio, sin que ningún pasajero le expresara la menor solidaridad.

En Lima, claro, este incidente jamás hubiera ocurrido, porque el cobrador siempre le indica al chofer donde baja el pasajero y, en el peor de los casos, el chofer no tiene mayor problema en abrir la puerta a la esquina siguiente.

Me encuentro entre quienes anhelan que Lima cuente con un sistema de transporte masivo ordenado, con paraderos y horarios fijos y rutas especiales para avanzar más r. Sin embargo, esto no quiere decir que un pasajero pueda esperar un trato cordial.

Alguna vez, estuve en un ómnibus en San Francisco, tan atestado que los pasajeros comenzaron a protestar:

-Señora (esta vez manejaba una mujer gorda y negra), ¡no haga subir más gente! ¡No hay más sitio!

-¡Si no hay sitio, entonces bájese! –exclamó la conductora - ¡Así habrá más sitio!

Recuerdo también, en la ciudad inglesa donde me tocó vivir un año, a un corpulento chofer, con el rostro sonrosado y expresión agresiva, que se plantó en medio del pasadizo del ómnibus y comenzó a gritar:

-¡A ver todos ustedes! ¡Hay más sitio atrás! ¡Avancen! ¡Avancen he dicho!

Ante esta versión mucho más brutal del “Al fondo hay sitio” peruano, los pasajeros, casi todos ancianitos aferrando sus bolsas del supermercado, se apiñaron sobrecogidos. En cuanto a mí, también apiñado y sobrecogido, pensaba que nadie en Lima me creería lo que había visto.

Hace ya quince años que Fujimori disolvió la empresa nacional de transporte y dejó a Lima a merced de las combis, cuyos ingresos derivan de cuántos pasajeros logran hacer subir. Pero si cada día millones de personas logran llegar a su destino, se debe a que el precario y caótico sistema reposa en un individuo inexistente en otros países: el cobrador.

De hecho, en medio del tráfico limeño, pocos choferes podrían cobrar y manejar a la vez. Además, el cobrador hace cosas que jamás se ven en un ómnibus en Europa o Estados Unidos: ayuda a un anciano, acomoda las bolsas del mercado de una señora, carga a un niño pequeño o exige que cedan el asiento a una mujer embarazada.

-¡Cuántas veces tuve que estar parada en el metro cargando a mi hijito! –recuerda una abogada peruana que acaba de regresar de Londres -. Allí no hay nadie que obligue a ceder el asiento reservado.

Resulta curioso que, a pesar de ello, tantos limeños consideran a los cobradores insolentes o malcriados.

-Me he perdido en muchas partes, pero nunca en Lima –me dice una socióloga que vive en París -. Una le dice al cobrador dónde quiere bajarse y él siempre le avisa: “¡Mercado de Jesús María! ¿Quién baja?”

No sé cómo un cobrador de combi logra recordar esos detalles, mientras enfrenta el caótico tráfico y el menosprecio de los pasajeros.

Sin embargo, también me doy cuenta que a veces saben encontrar pequeñas alegrías en un trabajo tan duro. Un domingo por la noche, hace pocas semanas, estaba en un ómnibus cerca del Hospital Rebagliati, cuando vi al cobrador bajarse y correr. Pensé que se dirigía al reloj tarjetero para controlar la frecuencia, pero luego me percaté que, en una feria artesanal, había comprado una botella de chicha de jora y regresaba sonriendo con su preciada carga.

Cuando, unas treinta cuadras después, avancé hasta la puerta delantera para bajar, vi que la botella estaba medio vacía. Habían bebido el cobrador, el chofer y un amigo suyo.

-Les gustó la chicha, ¿no? –comenté, como si los conociera desde hace mucho tiempo.

-¡Está buenaza! Sírvase –me dijeron y sacaron un vaso de plástico.

Estaba realmente estaba muy rica. A nadie más habían invitado, porque nadie más hablaba con ellos.

No sé si veré el día en que un sistema de transporte público llevará a que desaparezca el oficio de cobrador. Si eso sucede, espero recordar a los hombres y mujeres que lograban salir adelante en una labor tan deshumanizante... así como el vaso de chicha que alguna vez me invitaron, solamente por haberlos tratado como personas.

Además...

-Primero fue Javier Jahncke. Luego fue Ernesto De La Jara. Ahora es Francisco Soberón. La estrategia del sector autoritario es focalizar sus demoledores operativos psicosociales, de manera que los demás no se sientan afectados. Sin embargo, el silencio de la sociedad civil sólo puede generar mayor debilidad.


-Sólo para aclarar, es falso que APRODEH haya señalado que el MRTA no sea un grupo terrorista o que lo haya respaldado de alguna manera. Sólo indicó que lo considera una organización desactivada. Por la misma razón, tampoco el Departamento de Estado de los Estados Unidos tiene al MRTA dentro de su listado de grupos terroristas (Puede verse un buen análisis de lo ocurrido por parte de César Hildebrandt: http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia1.php?IDnoticia=15039&EF=2008/04/26&EN=1123)

-A pesar de mi condición de peatón, expreso mi solidaridad con todos los conductores limeños, engañados por las revisiones técnicas, conminados a pagar por nuevas placas de rodaje y atormentados por las “obras” que realiza la errática Municipalidad. Al menos, provisionalmente, debería permitirse el acceso por la parte central de la Vía Expresa, pero esto implicaría pensar en los ciudadanos.

-La muerte del señor Ubilde Suárez en pleno proceso judicial, evidenció las consecuencias del infame accionar de la ONP. Ni Paniagua, ni Toledo ni hasta el momento García han hecho nada por reformar una entidad con la clara intención de impedir que las personas mayores puedan disfrutar lo que les corresponde.

-Una policía en Chiclayo fue suspendida cuatro días por usar lápiz labial. Llama la atención la severidad manifestada frente a un detalle secundario, mientras campea la corrupción en la Policía de Carreteras, de manera cotidiana e impune.

-Nos solidarizamos con la emisora de Iquitos La Voz de la Selva, que viene sufriendo diversas amenazas, aparentemente por haber revelado situaciones de corrupción dentro del Gobierno Regional.

-El libro de Jorge Bruce Nos Habíamos Choleado Tanto, que se encuentra ya en su quinta edición, puede conseguirse en las Librerías Crisol con el 20% de descuento (hasta el 30 de abril).

-Hablando de libros, en relación al cierre de la Biblioteca Nacional debido a las cumbres, queremos aclarar que sigue funcionando el local de la avenida Abancay. Los investigadores interesados en algún material, pueden llamar a la Dirección de Servicios Bibliotecarios Especializados es: 513-6900 anexos 7362 o 7370.

PRONUNCIAMIENTO DE LA IGLESIA METODISTA DEL PERÚ DISTRITO SIERRA Y SELVA

¡UNA HERMANA INJUSTAMENTE ENCARCELADA!

Ante la detención policial de Carmen Azparrent Rivera de Zarate, junto a un grupo de personas participantes en un evento internacional en Quito- Ecuador, la iglesia Metodista del Distrito Sierra y Selva representado por sus Juntas; Junta Distrital de Ministerio y Junta Distrital, hacen el siguiente pronunciamiento:

  1. Carmen Azparrent Rivera de Zarate es miembro de la Iglesia Metodista de Huancayo y según el testimonio de su pastor, el Rev. José Bustamante Zevallos no ha dado ninguna muestra de actitudes en su comportamiento que la indiquen como vinculada al movimiento terrorista o alguna propuesta armada.

  1. Su detención según su testimonio se produjo en circunstancias casuales y sin ningún vínculo con ese tipo de actividades.

  1. Dicha detención ha ocasionado graves perjuicios de índole psicológica, económica, y bienestar familiar, sobre todo en la salud física, pues actualmente padece de lupus enfermedad en la piel, y últimamente fuertes dolores en uno de sus senos causados mayormente por la tensión y stress que vive actualmente.

  1. A causa de su reclusión en el penal de Chorrillos su salud se ha deteriorado, generando seria preocupación en su hogar y desestabilización en el desempeño de las actividades de su esposo e hijos, todos ellos en Huancayo.

  1. Como instancias inmediatas de la Iglesia Metodista del Perú- Distrito Sierra y Selva nos hacemos presentes para manifestar estos excesos de abuso y atropello por la vida, la salud, la justicia a favor de la mencionada hermana en la fe, considerando que no hay motivos ni pruebas suficientes que condenan a una participación democrática y sin violencia, para que nuestra hermana en Cristo Carmen Azparrent permanezca injustamente en reclusión sin pruebas fehacientes en lo que ha sido acusada: Colaboración con el terrorismo en la modalidad de cómplice. Se ha apelado al mandato de detención.

En CONCLUSIÓN; apelando a los Derechos Humanos a la vida de toda persona y a la justicia en que merece ser tratada, solicitamos la pronta restitución a su libertad, que todos como personas merecemos. Invocamos a Paz y Esperanza, APRODEH, CONEP y otras instituciones cristianas puedan apoyar su caso con acompañamiento pastoral y social.

Nosotros desde aquí estaremos con ella, orando por justicia. Dios fortalezca a nuestra hermana Carmen y acompañe a su esposo e hijos.

Huancayo, 11 de abril del 2008

Rev. Edilberto Huamaní H. Rev. Roger Rivas C. PSA.Teodoro Uribe S.

Superintendente Sec. de Actas de la JDM Sec. de actas JD.

lunes, abril 21, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 195 En caso de duda, manténganlos encerrados

“¿Y si me matan a mí? ¿Y si matan a alguien de mi familia?”

Esos eran los terribles temores que enfrentaban los limeños allá por 1992, cuando la capital estaba asediada por coches bomba y los “paros armados” ordenados por los senderistas.


Mientras esto sucedía, el régimen de Fujimori encarcelaba a millares de personas acusándolas injustamente por terrorismo. En procesos sumarios, con jueces sin rostro, eran condenadas a penas elevadísimas. Quienes trabajaban en las cárceles, sabían que se trataba de personas inocentes, que eran hostilizados por los verdaderos senderistas.


Sin embargo, para la mayoría de ciudadanos, el miedo había sido tan grande, que era preferible tener un inocente preso que arriesgarse a que un posible terrorista saliera en libertad. Dieciséis años después, esa misma actitud se repite frente a Carmen Azparrent, Melissa Patiño y las otras cinco personas detenidas en Aguas Verdes.


La señora Azparrent conoce la violencia de cerca, porque su propio padre, Fermín Azparrent, fue asesinado por los senderistas en 1989, cuando era alcalde de Ayacucho. Ella vivía en Huancayo, con su esposo y sus dos hijos, la menor de los cuales cumplió quince años hace dos semanas, mientras ella estaba presa en el penal de Chorrillos.

A fines de febrero, Carmen Azparrent viajó a Quito para una reunión de la llamada Coordinadora Bolivariana que se llevó a cabo en la Universidad Politécnica, administrada por la congregación salesiana, y en la Casa de la Cultura de Quito. A ella le interesaba porque se iba a discutir la problemática de medio ambiente, un tema que afecta severamente al valle del Mantaro.

Durante el viaje de regreso, la señora Azparrent se dirigió a Machala, para averiguar sobre las operaciones gratuitas a la vista que allí se realizaban. Sin embargo, los hospitales de la zona concentrados en atender a las víctimas de fuertes inundaciones y ella decidió regresar al Perú.

Al llegar a Tumbes, llamó al celular de otra huancaína, la señora Socorro Gabriel, que también había acudido a la reunión de Quito, para ver si podían regresar juntas. Socorro le contestó diciendo, entre sollozos, que la habían detenido por terrorismo, con otros cinco participantes en el evento. La llamada se cortó y, desesperada, la señora Azparrent decidió buscar a su amiga en las comisarías de Tumbes, para llevarle agua y comida.


Al no hallarla en Tumbes, decidió dirigirse hasta Aguas Verdes, donde efectivamente, se encontraban los detenidos... y a ella también la detuvieron. Resulta curioso que se pueda considerar terrorista a quien por voluntad propia acude a una comisaría.

Al día siguiente, la policía señaló que había detenido a siete terroristas que pretendían atentar contra las cumbres internacionales. La única prueba era la participación en la reunión de Quito y, francamente, resulta poco creíble la existencia de una red de terrorismo internacional que recluta mujeres de avanzada edad y enfermas (la señora Azparrent padece de lupus y la señora Gabriel y otra detenida sufren de cáncer). En el caso de Melissa Patiño, la única detenida joven, centenares de artistas e intelectuales sostienen su inocencia.

Sin embargo, como sucedió en los años noventa, muchas personas que conocieron la noticia, experimentaron una vaga sensación de alivio y, a pesar de la ausencia de pruebas, no les incomoda mucho que se prolongue la detención. En el penal de Chorrillos, además, se ha colocado a las seis mujeres bajo el mismo régimen estricto que se aplica a las terroristas más avezadas... aunque ni siquiera han sido juzgadas o sentenciadas.

Sólo cuando las personas van distanciándose de sus temores, comienzan a percibir lo evidente: la detención en Aguas Verdes se debe a la creciente intolerancia del régimen y a que éste pretendía, a la vez, mostrar su eficiencia e intimidar a posibles opositores.

En ese contexto, resulta lamentable el papel del Director de la Policía Nacional, Octavio Salazar. Muchas personas en Trujillo recuerdan cuando logró reducir la delincuencia en esa ciudad, que actualmente debe ser la más peligrosa del Perú. Sin embargo, actualmente, tiene mucho que explicar, como la muerte de tres campesinos el pasado mes de febrero, la violenta represión a todo tipo de manifestaciones sociales (desde activistas homosexuales hasta antitaurinos), los allanamientos a bares y cafés en el centro de Lima y las detenciones a decenas de personas por no portar documentos, todo lo cual termina presentándolo como un individuo poco preocupado por los derechos ciudadanos.

Ha pasado mes y medio desde que la señora Azparrent fue detenida y para desesperación de sus familiares, su salud se viene deteriorando seriamente. A pesar de ello, las autoridades del penal no permiten aún que sea examinada en un hospital. El prolongado encarcelamiento de una madre de familia enferma, víctima ella misma de la violencia terrorista, genera serias dudas sobre que realmente estemos viviendo en un Estado de Derecho.

Además…

-Lamentamos el absurdo cierre de la Biblioteca Nacional, debido a realización de la próxima cumbre de presidentes americanos y europeos en el Museo de la Nación. Si se hubiera elegido un centro de convenciones no se afectaría tantas instituciones culturales.

-Dado que las autoridades se muestran incapaces de cumplir la ley, cientos de choferes han decidido dejar de pagar el peaje ilegal de la avenida Faucett, que nunca debió instalarse (RP 33: Yo concesiono, tú congestionas, ellos pagan).


-El gobierno francés advirtió a sus ciudadanos sobre los peligros que entraña sobrevolar las líneas de Nazca. Haría bien el gobierno peruano en suspender los vuelos hasta que hayan desaparecido las condiciones de precariedad e informalidad de las diversas compañías.

-Mañana 22 de abril se cumplen cuatro años de la muerte del rondero Reemberto Herrera, asesinado por la policía, mientras participaba en una marcha de protesta contra la empresa minera Majaz. El campamento de la empresa, ahora en manos del grupo chino Zijin, continúa ocupando el territorio usurpado a dos comunidades campesinas.

-Hablando de abusos policiales, fueron apresados los tres policías implicados en la violación de un detenido en Ascope (La Libertad).

-En las últimas tres semanas, los cuerpos de casi veinte personas, ejecutadas durante el gobierno de Fernando Belaúnde, han sido exhumadas en el Cuartel Los Cabitos de Ayacucho.


-Hacemos llegar nuestra solidaridad con los abogados Laurence Chunga y Daiana Serván, quienes después de muchos años de trabajo comprometido con los derechos humanos han debido retirarse de Diaconía, la ONG piurana donde laboraban. Se está produciendo una situación similar a la que llevó al cierre de las Vicarías de Solidaridad de Juli y Ayaviri (véase la RP 125: La Incierta Navidad del Padre Francisco)


-Saludamos a todos los lectores de Chiclayo, que han celebrado el aniversario de su ciudad, y a los de Huamanga, que se encuentr
an ahora en plena semana de festejos.

martes, abril 15, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 194: Odio y envidia, ¿pasatiempos peruanos?

-¡Miren, cuánto nos han quitado!

Me encontraba, hace casi veinte años, visitando el Museo del Banco Central del Ecuador y un grupo de escolares observaban indignados un mapa donde aparecía, como supuestamente perteneciente a la antigua Audiencia de Quito, un territorio gigantesco, que incluía una amplia porción de la actual Colombia y practicamente toda la Amazonía peruana.

De hecho, el mapa oficial del Ecuador, usado entonces en colegios e instituciones públicas, abarcaba buena parte de los departamentos de Tumbes, Cajamarca, Amazonas y Loreto, incluyendo Iquitos. En los medios de comunicación el Perú aparecía como un país enemigo y expansionista. “Desde pequeños nos han sembrado mucho odio”, me comentó una monja, recordando que en su colegio le habían cambiado la letra al himno sobre la hermandad latinoamericana “Un canto de amistad” y, en el momento en que se enumeraban los países, ella debía gritar con sus compañeros: “¡Menos el Perú!”

A los amigos ecuatorianos, yo les comentaba que en el Perú no se fomentaba mayor animadversión hacia ellos... pero no porque fuéramos un país que hubiera superado traumas históricos, sino porque nuestro rencor estaba concentrado en Chile.

A mi modo de ver, una sociedad alcanza su madurez logra aceptar la historia sin dejarse llevar por el rencor. De esta forma, los países europeos, que vivieron dos guerras mundiales y una guerra fría en el siglo pasado, han logrado avances impresionantes en cuanto a la integración, mucho más sólidos que las canciones infantiles latinoamericanas.

Es verdad que en los últimos meses, al tradicional conflicto con Chile, el gobierno peruano ha sumado sucesivos entredichos con Venezuela, Ecuador, Bolivia y Colombia, como pretendiendo quitarle a Hugo Chávez o Alvaro Uribe el papel de vecino problemático. Sin embargo, en la población, los sentimientos negativos están claramente orientados contra los chilenos, como se manifestó con la venta de los supermercados Wong a Cencosud (si el comprador hubiera sido una empresa argentina o brasileña, no se hubiera producido mayor clamor).

Hace muchos años que fallecieron los culpables de los hechos que generan tanta indignación, sea el hundimiento del Huáscar o el incendio de las haciendas costeñas (que, dicho sea de paso, permitió la liberación de miles de chinos esclavizados), pero, como si se tratara de una culpa hereditaria, se percibe a los chilenos contemporáneos como responsables de todo ello.

La historia muestra muchos ejemplos históricos sobre cómo se alimenta y manipula con fines políticos el odio hacia un país vecino para conseguir que los problemas internos pasen a segundo plano. De esta forma, también se justifican elevados gastos militares a pesar de contextos de pobreza.

Sin embargo, la práctica del rencor es más compleja en el Perú, porque también suele ser cultivado entre los propios habitantes. Le ha sucedido a los migrantes andinos en la costa o en la selva, y también a algunos limeños cuando trabajan en otros lugares del país. Las rivalidades entre Huaraz y Chimbote, Tarapoto y Moyobamba o Andahuaylas y Abancay han tenido inclusive expresiones violentas.

De hecho, esos sentimientos, de los que pocos peruanos parecen avergonzarse, sorprenden mucho a los chilenos. “¡Qué mal se tratan entre ustedes!” me comentó un estudiante que había pasado unas vacaciones con una familia limeña sumamente racista. Muchos recordarán cómo, durante la Guerra del Pacífico, la división entre los peruanos precisamente obró en favor de los chilenos.

En la vida cotidiana, además, otro factor que puede generar rencor es demostrar mayor capacidad o éxito. “Si no hubiera sustentado mi tesis doctoral, no tendría que enfrentar las intrigas de mis colegas”, confiesa, entristecida, una magistrada. También puede generar encono el haber gozado de un aparente privilegio: muchos egresados de la Universidad Católica reciben con frecuencia la acusación de “elitistas”. “A veces, quien pretende descalificar a otra persona como caviar pretende ocultar su propia mediocridad”, me indica una cooperante alemana. “En el Perú, hay tanta envidia que es preferible ser mediocre a destacar”, confirma el director de una ONG.

Precisamente, considero que el mayor desarrollo económico de Chile, tan visible por la prosperidad de sus empresas en el Perú, incide en los sentimientos negativos. Sin embargo, resulta curioso que no parece prioritario emular los logros sociales chilenos, como el mínimo porcentaje de analfabetos o desnutridos. Y no es un problema de recursos: se han preferido ingentes cantidades de dinero a una demanda ante La Haya por un problema limítrofe que podría haberse resuelto de forma menos onerosa.

Después de la firma de la paz, en todas mis visitas al Ecuador, ha sido muy agradable comprobar cómo este país ha superado antiguos rencores y los viajeros peruanos son tratados con mucha cordialidad.

Dejar los sentimientos antichilenos nos ayudaría mucho a los peruanos y nos permitiría dedicarnos con más atención a resolver nuestros problemas como país, entre los cuales, lamentablemente, se encuentran también los rencores existentes entre nosotros mismos.




Además...

-Una ley que ayudaría a la población, la extensión de la vigencia del DNI a ocho años, ha generado desesperación en RENIEC por los ingresos que perdería. El DNI debería ser un documento gratuito y permanente y los gastos de RENIEC deberían cubrirse con el tesoro público.

-Como todos sabían en Ayacucho, se confirmó que el 19 de febrero, un policía asesinó a los campesinos Emiliano García y Rubén Pariona. Queda comprobado entonces que el Ministro Alva Castro y el General Octavio Salazar distorsionaron los hechos en sus informes ante el Congreso. Dicho sea de paso, la víspera el campesino Julio Rojas falleció en circunstancias similares, sumando por lo menos catorce las víctimas mortales de las fuerzas de seguridad durante este gobierno.

-Luego de sucesivos accidentes, la muerte de cinco turistas franceses confirma la escandalosa informalidad del aeródromo de Nazca. Las autoridades del Ministerio de Transportes tienen seria responsabilidad en esta nueva tragedia.

-Nos unimos a las críticas hacia la costosa transmisión en directo de la boda del cantante Juan Diego Flórez por el canal 7. Resulta curioso que entretanto se aluda a “motivos económicos” para cancelar el austero programa de Guillermo Giacosa y no transmitir el juicio a Fujimori.

-Nos solidarizamos con los millares de habitantes de Lambayeque, Amazonas y Cajamarca, afectados por las inundaciones y la ausencia de atención estatal.

-Nos solidarizamos también con la periodista Esther Vargas, a quien se pretendió apartar de la Universidad San Martín por su condición de lesbiana. Al mismo tiempo que saludamos la rectificación de dicha universidad, el hecho pone de manifiesto la necesidad de incorporar al artículo 323 del Código Penal sobre el delito de discriminación la causal de orientación sexual.

-Felicitamos al grupo Gildemeister y la empresa de arquitectos Nogal por aceptar publicar una nueva convocatora de empleo, excluyendo el requisito de “buena presencia”. También felicitamos al Banco de Crédito por incluir imágenes de personas andinas y mestizas en sus convocatorias. Sería adecuado, eso sí, que éstas aparezcan también en sus campañas publicitarias.

martes, abril 08, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 193: El peligroso parque Kennedy

-Muchos amigos míos tendrían miedo de venir por acá –me decía el sábado pasado un joven publicista-. Creen que es peligroso.

Estábamos repartiendo la Ley de Trabajadoras del Hogar a los transeúntes y el “`peligroso” lugar donde desarrollábamos esta labor cívica era nada menos que el Parque Kennedy de Miraflores.

Alcé la vista, tratando de pensar qué peligro podía emanar de los vendedores de cuadros o mazamorra morada, de los niños que se divertían en los juegos, de los comensales del Haití o del Starbucks o de los ancianos lustrabotas. Francamente, tener miedo de caminar por el Parque Kennedy me parece el colmo de quienes pretenden vivir en el Perú, pero totalmente aislados de sus compatriotas.

Resulta lamentable cómo la obsesión por la seguridad termina convirtiendo a algunas personas en verdaderos prisioneros. Su existencia transcurre entre bunkers custodiados por tranqueras y/o vigilantes armados: la casa, el trabajo, el centro comercial, la playa o los lugares para divertirse. Para ir de un sitio a otro buscan movilizarse en vehículos rápidos e intimidantes, que impidan cualquier contacto con otras personas. Todo lo que esté más allá de estos ghettos voluntarios, donde los intrusos son rechazados y los servidores son sumisos, inspira incertidumbre y temor, hasta el Parque Kennedy.

Sin embargo, no sólo las clases altas se imponen a sí mismas barreras frente a los demás habitantes de la ciudad. El año pasado conocí a un grupo de universitarios españoles que llevaban dos meses alojados con familias de Pueblo Libre y San Miguel... y a todos les habían advertido que no fueran al centro. Una noche los llevé a pasear por el Parque de la Muralla, la Plazuela de Santo Domingo, el Jirón de la Unión, la Plaza San Martín y, por supuesto, no vimos nada peligroso, como jamás me ha sucedido en innumerables excursiones similares.

En realidad, mis amigos extranjeros se sorprenden al saber que muchos limeños temen caminar por el Jirón de la Unión y no les parece un lugar sórdido, sucio o peligroso. Existen muchos transeúntes, eso sí, como en cualquier otra calle peatonal del mundo, pero sus rostros, los mismos que un extranjero espera encontrar en el Perú, pueden generar rechazo en las personas abrumadas por sus prejuicios.

De hecho, los integrantes de la clase media pueden tener aún más barreras que los sectores privilegiados: su situación económica les impide acudir a lugares caros y debido a sus prejuicios raciales, o inclusive al “qué dirán”, no pueden frecuentar lugares más populares. Muchas personas, especialmente mujeres, prefieren quedarse recluidas y frustradas en sus casas si no tienen auto para desplazarse: viajar en taxi les atemoriza y la idea de ser vistas en una combi les parece degradante.

También he constatado barreras inversas en otras personas, que se rehúsan a ir al Olivar o los parques de la bahía de Miraflores, argumentando que “no son lugares para ellos”. Conozco inclusive profesionales que dan esa razón para no acudir al Centro Cultural de la Católica. Existe, es verdad, el temor a ser discriminados, pero la autoexclusión puede reflejar también problemas de autoestima o inclusive cierto racismo hacia los limeños blancos.

A veces, algunas empresas refuerzan estos muros invisibles, al emplear criterios más sociales que económicos para ubicar sus locales, como la Pastelería San Antonio o la heladería Quattro D. En realidad, vencer las barreras mentales puede traer muchos beneficios económicos, como descubrieron Pardo’s Chicken, Bembos o Cineplanet al expandirse por la ciudad. Esta última empresa, sin embargo, mantiene sus prejuicios al dedicar sólo comedias y películas de terror a los cines del Cono Norte y el centro de Lima.

En mi caso, tuve la suerte que desde niño siempre había algún motivo para conocer Lima. Mi padre se empeñaba en que cada misa dominical fuera en una parroquia distinta, desde Chorrillos hasta Barrios Altos.

Con los años, he heredado su empeño de hacer conocer Lima a otros limeños. Siempre me alegra cuando por primera vez disfrutan de la tranquilidad del Olivar o el Parque de la Muralla, de noche o de día, o cuando quedan impactados ante la prosperidad del Megaplaza. A veces logran superar prejuicios curiosos: un anciano de San Isidro se sorprendió que en Plaza San Miguel no hubiera pandilleros. Desde lo alto del parque María Reiche, una economista de Barrios Altos confundió a los tablistas de Miraflores con los restos de algún supuesto naufragio.

Una vez que se vencen los prejuicios y temores, las posibilidades de disfrutar la ciudad son innumerables.

-Me encantaban las butifarras del Parque Kennedy –me dice con nostalgia un amigo canadiense, que ahora vive en Abancay - ¡Son las mejores de Lima!

-Sí, y también venden el mejor champús –respondo yo (se trata de un dulce de guanábana, ideal para las noches de invierno).

Definitivamente, quienes viven prisioneros de sus barreras mentales, no saben lo que se pierden.


Además...

-Varias personas pidieron que les hiciera llegar la entrevista de la semana pasada en La República sobre el autorracismo. Aquí tienen el enlace: http://www.larepublica.com.pe/content/view/212053 Aprovecho para destacar la lucha de los vecinos de la Residencial San Felipe por una vida digna. Su esfuerzo es un ejemplo para muchos peruanos.

-A todos los admiradores de Guillermo Giacosa, les comento que esta noche se transmitirá su último programa, porque ha sido cancelado por el Canal 7. Hacemos llegar nuestra solidaridad a Giacosa y a todo su equipo.

-Hablando del canal 7 resulta indignante que se pretenda impedir el ingreso en short y/o sandalias, en abierta violación al artículo 323 del Código Penal que sanciona la discriminación por indumentaria.

-Hemos recibido varias quejas sobre los avisos del Centrum de la Universidad Católica, que presentan personas de rasgos europeos como símbolo de éxito profesional.

-Hablando de discriminación racial, diversas personas de rasgos andinos se han quejado de maltratos por parte de los vigilantes del supermercado Tottus en Atocongo.

-El Presidente del Essalud Fernando Barrios viene siguiendo el mal ejemplo del Alcalde de Lima: 120 árboles fueron talados en los jardines del Hospital Rebagliati para edificar instalaciones de cardiología, pudiendo haberse empleado muchas otras áreas disponibles para ello.

-Felicitamos a la empresa LC Busre por imprimir las medidas de seguridad de sus aviones en castellano y quechua. Se trata de un ejemplo que muchas empresas privadas deberían imitar.

-Hablando de buenas noticias, es positivo que el gobierno haya dispuesto que las mujeres pueden ser socias del Club Regatas Lima y el Club Nacional..., pero no hay que olvidar que las mujeres más discriminadas en dichos clubes son las trabajadoras del hogar, como ocurre también en el club Terrazas, el Lima Cricket, los centros de esparcimiento de los oficiales de las Fuerzas Armadas y algunas academias de natación (véase la RP 182).

-Con las Municipalidades Provinciales de Jauja y Concepción ya son diez los gobiernos locales que promulgar Ordenanzas contra la discriminación. Felicitamos a la Defensoría del Pueblo de Junín por haber impulsando estas normas. Ojalá que las Municipalidades de San Isidro, Surco, Miraflores y el Cusco sigan estos pasos.

martes, abril 01, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 192: COLEGIOS ABSORBENTES, ¿MEJORES RESULTADOS?

“¡Qué poco duran las vacaciones! Las chicas con las justas tenemos el mes de enero, porque en febrero tenemos que estar encerradas por temor a los carnavales.”

Efectivamente, como señala esta queja, publicada hace algunos meses en Perú 21, parece un signo de edad avanzada, recordar los tiempos en que había tres meses de verano para descansar y distraerse, mientras estaba tan lejos el siguiente 1º de abril.

En aquellos días, además, no existían las “vacaciones útiles” y los doscientos talleres para niños. Reconozco que en muchos casos se fomentan habilidades importantes, como arte o natación. Sin embargo, existen padres obsesionados con inscribir a sus hijos en cuánta actividad sea posible, sea para proporcionarles “todo lo que yo no tuve” o sumidos en una intensa competencia con amigos y familiares. La razón más frecuente es que, como ambos padres trabajan, es preferible que sus hijos no tengan “tiempo libre”, sino “tiempo ocupado” bajo supervisión de algún instructor.

Seguramente todos estos padres agradecieron cuando, a fines de la década pasada, algunos colegios particulares adelantaron el inicio de clases a mediados de marzo. Pronto parecía una cuestión de prestigio ser el colegio que comenzaba más pronto. Finalmente, el Estado, asumiendo que todo lo que hace el sector privado es mejor, dispuso que también los colegios nacionales iniciaran clases el primer lunes de marzo, sin tomar en cuenta las dificultades para enseñar y aprender en pleno verano y que cada año el calor es más intenso.

A mí me sorprende, además, cuánto tiempo pasan los actuales alumnos en sus colegios, especialmente en aquellos particulares. Muchas veces comienzan clases a las 7 y 30 de la mañana, a la hora que yo me recién me levantaba en mis años de escolar (pido disculpas si recordar aquellos tiempos causa envidia a algún joven lector).

Con frecuencia, los niños suelen quedarse en el colegio hasta las 5 o 6 de la tarde, lo que a mí me habría parecido un castigo cruel: yo almorzaba en mi casa, como me parece que es más sano y adecuado, a las 2 de la tarde. Ahora muchos padres pagan al colegio por el almuerzo de sus hijos... y se mantienen después en la incertidumbre. “Sólo después de tres meses, me avisaron que mi hijo no comía nada en el colegio”, me comenta la madre de un niño de siete años.

Si añadimos las horas de las tareas, la jornada escolar parece tan larga como la del trabajador más explotado... Y algunos colegios son tan absorbentes que no les parece suficiente: por la noche, reciben a los padres. Conozco papás que van todas las semanas a ensayar, danzar, actuar, atender en ferias, cocinar, participar en campeonatos deportivos, dictar charlas, escuchar charlas, prepararse para la catequesis... Pasar el fin de semana en el colegio parece normal para algunas familias.

Curiosamente, estos absorbentes métodos pedagógicos no implican mayores mejoras en la calidad educativa. La semana pasada, una chica me preguntó en qué departamento quedaba Trujillo y un compañero suyo dónde quedaba Huaraz. Un tercero escribió que deseaba comparar los diferentes “extractos” socioeconómicos del Perú. Todos eran universitarios que provenían de colegios con prácticas como las que describo. En realidad, actualmente es tan sencillo ingresar a muchas universidades, que la mayoría de colegios no se molesta en proporcionar una base adecuada.

A esto se añade que en el Perú se ingresa demasiado pronto a la universidad: entre uno y tres años antes que en la mayoría de países americanos y europeos. Salvo las contadas universidades donde existen Estudios Generales, millares de adolescentes comienzan a los 16 años a estudiar una carrera que difícilmente se puede decir que han escogido racionalmente. En tiempos de Velasco se dispuso prolongar la educación escolar, pero la propuesta fue cancelada cuando Belaúnde regresó al poder, quizás asumiendo que todo lo que hacen los militares está mal.

El Estado, además, ni investiga ni informa si son necesarios más antropólogos o biólogos, pediatras o geriatras, geólogos o ingenieros sanitarios. Aprovechando el desconcierto, algunas universidades, con declarados fines de lucro, acuden a los colegios a captar muchachos de quince o catorce años y convertirlos en “ingresantes”, sin ningún análisis vocacional o de perspectivas laborales. Un ejemplo de esta confusión son las escuelas de cocina, cuya proliferación en tantas ciudades haría pensar que vivimos en un país opulento, donde se come comida novandina tres veces al día y los centenares de jóvenes el sueño de ser “un nuevo Gastón Acurio”.

Este año, al menos en Lima, las autoridades lograron erradicar los violentos juegos con agua y las niñas y adolescentes pudieron disfrutar de un mes más de vacaciones. Sin embargo, las consecuencias de los colegios absorbentes en la vida familiar o la desorientación de los jóvenes parecen problemas que no preocupan a ninguna autoridad.



Además...

- Al menos cinco Municipalidades arequipeñas: Cayma, Cerro Colorado, Yanahuara, Sabandía y Miraflores han promulgado sendas Ordenanzas contra la discriminación en lugares abiertos al público, siguiendo el modelo de la Municipalidad de Magdalena. Nuestras felicitaciones para ellas y para la Oficina Defensorial de Arequipa, que impulsó las Ordenanzas. Si alguien desea una copia de las Ordenanzas, se la puedo hacer llegar.

- Agradecemos a la Municipalidad de Miraflores, la Biblioteca Nacional y la Congresista Hilaria Supa por su apoyo en la Semana contra el Racismo, en que participó Sindicato Urbano, un excelente grupo de hip hop, con vigorosas canciones antirracistas. Quienes los deseen contactar, para presentaciones en colegios, parroquias, ONGs u otras actividades, pueden llamar al 93020515.

- Un nuevo conflicto en los yacimientos de Pluspetrol en Andoas, esta vez por razones laborales, terminó con la muerte de un policía, al parecer a manos de un colono. Sin embargo, otras setenta personas fueron detenidas y trasladadas a Iquitos. Se teme que se habría aprovechado para detener a muchos nativos inocentes, enfrentados a la empresa.

- Hablando de detenciones arbitrarias, Bertha Tapullima y Wilfredo Rengifo, dos de los campesinos mostrados como narcotraficantes por el Ministro Alva Castro en Tingo María serían totalmente inocentes.

- Hablando de acusaciones irresponsables, resulta escandaloso que los promotores de la consuta vecinal de Majaz hayan sido acusados de terroristas por un fiscal de Piura. Hacemos llegar nuestra solidaridad a Julia Cuadros, Javier Janhcke, Juan Aste, Nicanor Alvarado, el Alcalde de San Ignacio y las autoridades de las comunidades de Yanta y Segundo y Cajas.

- Hablando de calumnias, nos solidarizamos con el Padre Marco Arana, que vuelve a ser objeto de una campaña de difamación por el diario Correo.

- Hablando de conflictos cajamarquinos, Silvestre Sánchez, Teniente Gobernador del Naranjo, fue asesinado durante una asamblea que debatía la instalación de una mina de carbón. El asesino, uno de los promotores de la mina, a su vez habría sido linchado por los demás vecinos.

- Después de siete meses de errática gestión renunció Julio Favre a la presidencia del FORSUR. Los damnificados del terremoto continúan en el abandono.

- Mientras el Ministerio de Salud viene sancionando a los médicos que no cumplan con recetar medicamentos genéricos, el Ministerio de Trabajo comprobó que la prosperidad de Plaza San Miguel coincide con masivas violaciones de los derechos laborales de los empleados de las tiendas.

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