domingo, junio 29, 2008

Reflexiones Peruanas Nº 205: PUTIS Y LOS MITOS SOBRE EL CONFLICTO ARMADO

Con mis alumnos en el Parque de la Muralla (1º de mayo del 2008)


Mis estudiantes del ciclo que llegó la semana pasada a su fin no habían nacido cuando se produjo el incendio de ánforas en Chuschi y tenían cinco o seis años cuando Abimael Guzmán fue capturado. Sin embargo, al inicio del ciclo repetían con mucha convicción el más frecuente mito sobre el conflicto armado que existe entre los limeños: “Hasta que estalló el coche bomba en la calle Tarata, aquí nadie sabía lo que estaba pasando en la sierra”.

En realidad, los apagones, coches bomba y asesinatos selectivos aterrorizaron por varios años a los limeños. El mito de la ignorancia sirve mas bien para excusar la indiferencia que generaba el destino de los habitantes de las zonas andinas, una indiferencia que se ha repetido frente al hallazgo de las fosas de Putis.

El caso Putis permite, además, enfrentar otros mitos que subsisten en relación al periodo de la violencia política, especialmente por la crueldad y premeditación con la que fue cometida la masacre (como se sabe, más de cien campesinos fueron obligados a cavar su propia tumba y luego fueron fusilados con sus familias, incluyendo niños pequeños). Estos hechos terribles, por ejemplo, dejan sin piso la reiterada referencia limeña a “la época del terrorismo”, como si solamente un bando del conflicto hubiera actuado contra la población civil.

Actualmente, además, es imposible seguir afirmando que los crímenes cometidos por los militares eran casos aislados, como quizás podría deducirse de la película La Boca del Lobo, es decir que los crímenes se debían al nerviosismo, la malignidad o los problemas psicológicos de algunos policías o militares. En realidad, al menos entre 1983 y 1985, las masacres de campesinos tenían un carácter intencional y sistemático.

De otro lado, se hace fundamental revisar la frecuente afirmación que en el conflicto armado no había un componente étnico decisivo. La condición de indígena (rasgos físicos, vestimenta, idioma, apellido) no sólo volvía sospechosa a una persona, sino que justificaba que fuera asesinada. Los soldados mataban a los pastores evangélicos que se habían opuesto tajantemente a los senderistas o a todos los habitantes de una aldea, incluyendo niños de brazos (aquellos que inclusive los militares argentinos permitían sobrevivir). Los indígenas eran vistos como seres prescindibles. Por ello, más que comparar la experiencia peruana con la de Argentina o Chile, es más recomendable hacerlo con lo ocurrido en Guatemala, donde también hubo muchas masacres de indígenas similares a la de Putis y donde abiertamente se habla de genocidio.

Otro mito extendido es que los crímenes cometidos por los militares fueron el terrible costo que el Perú tuvo que pagar para la pacificación. La verdad es que la derrota de Sendero Luminoso en 1992 no tuvo ninguna relación con matanzas como la de Putis en 1984. En realidad, la sucesión de atrocidades entre 1983 y 1985, en lugar de detener a la subversión, deslegitimó totalmente al Estado presentándolo como un ente monstruoso, favoreciendo el crecimiento exponencial de Sendero Luminoso.

Por eso, las fosas de Putis quiebran también otro mito que hubiera causado profunda sorpresa en aquellos años: que Fernando Belaúnde era un gobernante democrático y pacífico. Las ejecuciones masivas de civiles, la brutal tortura de los detenidos, la violación sexual de millares de mujeres, fueron prácticas permanentes de las Fuerzas Armadas y Policiales durante su gobierno.

Este benevolente mito incluye la percepción que Belaúnde, como los demás limeños, “no sabía” lo que ocurría. Bastaría revisar La República u otros periódicos esos años para ver cuán falsa es esa percepción. La misma Amnistía Internacional escribió muchas cartas a Belaúnde y él se jactaba de arrojarlas a la basura y mantener su respaldo a los militares. Para que no quedara ninguna duda, en 1984, el Parlamento, dominado por Acción Popular y el PPC aprobó la Ley 24150, que estableció la amnistía frente a los crímenes cometidos hasta entonces (a quienes no les gustan los mitos, les interesará saber que también Valentín Paniagua votó por esa norma).

No olvidemos que Belaúnde había crecido en un mundo donde los indígenas eran seres inferiores, sin ningún derecho. Por eso, a nuestro modo de ver, él sí pensaba que podía sacrificarse sus vidas para derrotar a los subversivos.

Finalmente, muchas veces, los peruanos tenemos el mito que la guerra con Chile fue el período más doloroso de nuestra historia. En realidad, las fosas de Putis nos confirman que este período se produjo hace muy pocos años... y que los responsables fueron peruanos, que se encuentran en la impunidad.

Por eso, estas fosas no sólo nos transmiten información sobre las víctimas de Putis, sino sobre la sociedad peruana y sobre cada uno de nosotros. Por eso es tan importante para muchas personas no prestar atención a Putis: hacerlo implicaría confrontarse con ellos mismos y nada mejor que algunos mitos tranquilizadores para evitarlo.

Además...

-Después de casi cuarenta días de absurda detención fueron liberados Edison Tejada y Lizandro Díaz, acusados sin prueba alguna del accidente en que falleció la suboficial Lady Anaya.


-La muerte de un hincha de la U por acción de dos pistoleros demostró hasta qué punto la violencia se encuentra impregnada dentro de las barras bravas. La suspensión del clásico no altera la responsabilidad del Estado en los problemas de fondo.


-Como antaño hicieron Belaúnde y Fujimori, Alan García promulgó en los últimos días una andanada de Decretos Legislativos con el pretexto de adecuar la legislación al TLC, incidiendo sobre casi todos los temas posibles. Sólo comentamos acá algunos temas que han aparecido en las RP.

-El Decreto Legislativo 1045 establece la obligación de los locales que pretendan restringir el acceso de los consumidores por alguna razón justificada y razonable a colocar carteles que expliquen con claridad las razones (artículo 15).


-El Decreto Legislativo 1064 ratifica el carácter imprescriptible de las tierras comunales, corrige el DL 994, porque ya no se exige que las tierras comunales estén tituladas en los Registros Públicos para que no sean declaradas eriazas. Igualmente, establece las servidumbres para exploración y explotación mineras que pueden ser fuente de numerosos conflictos sociales.


-El Decreto Legislativo 1073 corrige el polémico DL 1015, que era una grave amenaza para las comunidades campesinas y nativas. Ahora ya no basta la mitad de los asistentes a una asamblea aprueben la venta de las tierras comunales, sino la mitad de los comuneros. De todos modos, el porcentaje es menor que en una sociedad anónima o una copropiedad.

-El Decreto Legislativo 1057 dispone que los trabajadores contratados por el sector público bajo la modalidad de servicios no personales pasarán a tener algunos derechos como descanso semanal, máximo de 48 horas de jornada laboral, seguridad social y vacaciones reducidas. En algunos sectores estatales como Salud, se viven todavía situaciones inhumanas.

-La Ley 29248 establece el nuevo régimen del Servicio Militar y en el artículo 23 señala que el DNI se obtendrá a los 17 años, con ocho años de vigencia (RP 201: Libres de la Libreta).

-Quienes viven en Lima y tienen una agenda recargada vayan separando el lunes 14 a las 6pm, en el Club Apurímac (avenida Brasil 295) porque se presenta el diagnóstico sobre el racismo en una ciudad peruana. El libro se llama Las Jerarquías Invisibles y su autora es Claire Reid. Habrá más información en la próxima RP.

El aporte: (sobre la RP 204)

Realmente es indignante como en nuestro país tratamos de dar el mejor trato al turista y vemos que a los peruanos en gran parte el mundo son tratados de mala manera. Además, nuestras embajadas no hacen absolutamente nada para remediar esta situación (una abogada).

En mi viaje de promoción de colegio, a La Paz, estábamos en un mirador tomándonos fotos con mis compañeras y se acercaron un par de chicos altos, colorados, bien alimentados. Estaban coqueteándonos, hasta que supieron dónde éramos. Entonces nos miraron de pies a cabeza y dijeron "Son peruanas, y están sucias". Mis compañeritas tuvieron que agarrarme, porque yo les recordé su triste desempeño en la guerra que nos metieron con Chile.

Lo otro fue en el 2001 que estaba en la Plaza de Armas de Trujillo, que un domingo era muy parecida a la del Cusco: las trabajadoras del hogar, vestidas de modo muy similar, en encuentros amorosos en la plaza y en el centro plaza, varias mujeres de sombrero y pollera vendiendo tarwi. Me causó grata sorpresa ver un alimento tan conocido por mí, expendido al público en pequeñas bolsas de plástico con un poco de rocoto y le dije a una señora: ¿Cuánto cuesta el tarwi señora? "¿Tarwi? ¿Ustedes son serranos? y lo dijo con cierto desprecio acompañada de una mirada matadora que se me quitaron toditas las ganas de comer tarwi, que en Trujillo, se había llamado chocho (una abogada cusqueña).


Sobre la RP 203:

En estos tiempos en la que el antiguamente señorial Miraflores se ha convertido en un distrito clasemediero y más acorde con la realidad de nuestro país, es lamentable que un alcalde mestizo como Masías se dé el lujo de avalar el maltrato a unos ciudadanos decentes por el sólo hecho de ser “cholitos” y no tenga el decoro y el valor de expresar una disculpa por algo de lo que el no debía hacerse responsable como es la acción de la policía (un abogado miraflorino).


La frase W:

En la mayoría de fiestas de quince años en el Perú, hay una sola chica rubia:
la que aparece en la tarjeta.

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1 Comments:

At 7:02 p. m., Anonymous Anónimo said...

Buen articulo, gracias.

 

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