Comentarios a la RP 459 sobre la comida chatarra
-La gente efectivamente
se da cuenta de quiénes son los que se benefician con esta campaña
mediática. Para mí, lo más impresionante
es que estén utilizando el derecho a decidir libremente, a matarte o no. En realidad, lo que se pide es solamente advertir,
pero creo que lo que es lo que más les duele es a los publicistas y creo que la
ley es muy clara en determinar la publicidad amañada que se utiliza para
que la gente consuma chatarra (Un
comentario en el Facebook).
-Debo decirte que discrepo con tu "frase w" pues el
hecho que una persona haga público su desinterés hacia la salud infantil, permite
saber qué clase de gente es (Un
ingeniero).
-Habrás notado cómo han crecido en el
país los índices de diabetes. Mucho de
ello tiene que ver con las nuevas costumbres hacia el azúcar y las gaseosas… Y
ni qué decir del cáncer, asociado también
a la cultura alimenticia y las acciones de la nociva industria alimentaria. ¿Sabías que el 90% del pescado que se pesca
en el Perú se va a la harina de pescado?
¿Y que las pesqueras pagan un sencillo por dichas concesiones? ¿Que pese
a ser un país agrícola "los hábitos" impuestos nos han hecho
dependientes? (Un asesor parlamentario).
-Debo reconocer que, de vez en cuando, no siempre,
sucumbimos ante los fast food, no sin cierta culpa. Pero de todas maneras el
95% de las veces procuramos comer sano. Lo mismo deseamos para nuestro hijo.
Con relación a los caprichos infantiles, esperemos poder manejar la embestida
publicitaria de la cual es difícil escapar.
Te cuento
que en el ministerio donde trabajo se asigna una partida (que no es menor
a los dos mil soles anuales por oficina) para la compra de gaseosas. Se supone
que es para invitar a los visitantes, pero lo cierto es que se la termina el
propio personal (Un sociólogo que hace
pensar sobre el consumo de gaseosas entre los adultos).
-Cuando era
chico la botella "familiar" de Coca Cola era de menos de un litro, y
en mi casa sólo la compraban los domingos: Un vaso para cada uno. Actualmente
en mi casa tenemos casi prohibida la compra de gaseosas, excepto cuando hay una
reunión… y allí sirve para preparar los chilcanos (Un historiador).
-Muchos críticos
de la norma, usan el argumento "Si
permito que controlen la publicidad, y me digan que comer, qué vendrá después?".
Un miedo sin duda enmarcado dentro de las "libertades" que el sistema
liberal les ofrece. La combinación de grasas saladas y carbonatados dulces,
(que está probado, origina una sensación de placer al cerebro, es la sensación
de gusto, lo "rico"), se ha incrementado en los últimos años. Todas las personas conscientes saben que la
chatarra mata, como el cigarro o como el alcohol, y yo coincido con los
liberales, en que si quieres beber o fumar o comer chatarra hasta morir, tu
gusto y problema, pero los niños pagan los platos rotos de la publicidad
orientada a ellos, y que no pueden discernir sobre lo saludable de un alimento.
Se dice "es culpa de los
padres", pero una sociedad que nos impone más tiempo para trabajar y menos
tiempo para el resto de cosas, entre ellas los hijos; debe hacer algo para que
el equilibrio no se rompa estruendosamente. Algo se debe hacer, no sé si la
norma funcione realmente, pero el espíritu de la misma es bueno y me gusta (Un abogado desde Piura).
-Ese lugar donde
dices había un parque, hace mucho tiempo era ya un terral descampado...es una
pena que no lo hayan aprovechado para recuperarlo como parque yo diría...pero
creo que también era parte de las propiedades de la PUCP, como el Plaza San
Miguel... (Un abogado de Pueblo Libre: en
realidad primero fue parque y luego quedó abandonado).
-Otro tema
relacionado es el de las fórmulas (o denominadas engañosamente leches
maternizadas) detrás se encuentran las industrias farmacéuticas (Una abogada de San Martín de Porres
-La comida
chatarra es una droga. Una droga diseñada para generar adicción. Esta ley
representa el inicio del mismo camino recorrido para tratar de restringir el
consumo de alcohol, tabaco, marihuana, cocaína etc. El avance tecnológico producirá comida
chatarra cada vez más adictiva. La
mayoría no sabe que el sabor, el color y el olor característicos de una
hamburguesa se produce por una combinación exacta de sustancias químicas
artificiales añadidas a una base de carne insípida, pálida y sin olor. Lo que
nos venden es comida sólo en apariencia. En realidad es un producto químico industrial
adictivo de bajo costo y vendido al precio más alto posible con apoyo de
publicidad engañosa. ¿Qué puede hacer una ley contra este gigantesco y poderoso
negocio multinacional? Tal vez restringir la publicidad o reducir el uso de
grasas trans, pero los brillantes publicitas e ingenieros químicos
asalariados de estas industrias encontrarán la manera de burlar la ley para
crear más adictos ávidos por comerse su hamburguesa favorita haciendo uso de su
libertad personal. A este adicto no le importa el riesgo de diabetes o de cáncer
al colon de la misma forma como al fumador no le importa el cáncer de
pulmón o al alcohólico el cáncer al hígado.
Pero el negocio no termina allí. Cuando el cuerpo enferma y se declara
la diabetes, la hipertensión, los males renales y los cánceres, la
industria farmacéutica perteneciente a los mismos poderosos grupos económicos
recibirá con los brazos abiertos a los adictos para sacarles hasta el último
céntimo con tratamientos en base a más químicos salvajemente caros antes de
mandarlo a la tumba. Negocio es negocio (Un
abogado).
-No estoy de
acuerdo con la ley, por el hecho de que el Estado asume injerencia en los
espacios de libertad que la Constitución reconoce, sin embargo, también debo
explicitar que, tal hecho no debe interpretarse como alguna intención
de favorecimiento a algún interés.
Antes que prohibirle al papá que cosa debe comprar a su hijo, lo que el
Estado debe favorecer y propiciar sería una especie de "escuela de
padres" en las que se les enseñe a éstos a elegir, a evitar la
manipulación filial y a distinguir entre una publicidad engañosa y aquella otra
que no lo es (Otro abogado de Piura).
-Ojalá que este
reglamento no sólo sea para niños, niñas y adolescentes sino para adultos
jóvenes, maduros y mayores. Los universitarios en particular tienen una
alimentación muy deficiente por quizás las mismas causas víctimas de una
publicidad abrumadora, falta de control de los padres y ante todo una
infima y ridícula promoción de la salud a todo nivel (sólo se hace publicidad
sobre tbc o gripes), además de las propias exigencias académicas. Además que en
muchas universidades que por lo general son edificios no existe lugar para las
prácticas deportivas y tampoco se promueve la actividad física. También un
grupo importante tiene más disponibilidad de dinero que es gastado en buena
parte en alcohol y cigarrillos pero a las autoridades universitarias pareciera
que no les interesa nada de esto. Por un lado el tabaco se regula pero también
debe ser regulado el consumo de alcohol sobretodo en la publicidad que por lo
general está orientada a los jóvenes. No se debe olvidar tampoco las buenas
relaciones interpersonales, el respeto por el prójimo, mejorar la autoestima y
también tener horas adecuadas de sueño y ofrecer controles médicos preventivos
gratuitos en todas las universidades. Sólo así el Perú saldrá adelante y con
estilos de vida saludables.
¡Ah me olvidaba! También se debe regular fuertemente la venta
de comida chatarra sin marca y sin autorización que proliferan en cada esquina
de colegios, universidades y los encuentras hasta bajo los puentes o al lado de
un baño público. Porque no se puede negar que los niños y los jóvenes de menos
recursos ni siquiera se compran un producto golosinario en paquete, por lo
general consumen sus alimentos en ambulantes que expenden tipo de frituras dañinas
preparadas en pésimas condiciones sanitarias. Ahí tenemos el ejemplo de la muy
popular Tía Veneno, el que vende sus "yuquitas, camotitos, papitas".
Y para rematar la cosa, lo consumen sin lavarse las manos dando y recibiendo el
dinero y para recontra rematar, tiran al piso sus residuos o desperdicios (Un
enfermero).
-También tenemos
nuestra comida chatarra a la peruana y es la que consumen millones de escolares
de colegios pobres desde su más tierna edad. En los colegios de San Juan de
Miraflores y Villa maría del Triunfo que visito, todos tienen un kiosko donde
venden viandas altas en grasas y azúcares. No he visto ningún kiosko en cerca
de diez colegios públicos de Pamplona Alta que vendan fruta o jugo de frutas.
Todos venden bizcochos industriales (no sé si merezcan llamarse pastelería),
"productos golosinarios" de todo tipo y, la estrella del menú diario:
una serie de fritos y rebozados que se venden en pequeños platitos de 50
céntimos, trozos de pollo "broasters", salchipapas que nadan en
mayonesa o ketchup, un arroz chaufa extraordinariamente aceitoso y cosas
similares (Un activista por los derechos
de los jóvenes).
-Conozco casos
de cerca, sobre niños con desnutrición por causa no de la crisis económica sino
del desconocimiento. Las madres, con el apuro dan a los niños dos soles para su
desayuno: emoliente y pan con algo en la esquina. En la noche, pasan por el
puesto de las salchipapas, anticucho o lo que sea y esa es la cena (Una secretaria).
La publicidad es
muy poderosa, por ejemplo mediante los visitadores médicos influye en la
prescripción de los médicos, con tantos años de formación ... en ese contexto
es un cuento la libertad de prescripción ... extrapolemos ello en la publicidad
dirigida a los niños (Un médico).
Etiquetas: Comida chatarra, derecho a la salud, derechos humanos, diabetes, Ministerio de Salud, niños, publicidad, salud pública
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