Reflexiones Peruanas Nº 261: Una charla en territorio gay
-¿Ustedes conocen personas heterosexuales? –pregunté.
Hubo un momento de desconcierto.
-¿Habrá heterosexuales en esta sala? –insistí.
-¡Nooo! –exclamaron varias personas-. ¡Esas cosas sólo suceden en Lima!
Me encontraba dando una charla sobre discriminación en el auditorio de
Estábamos conversando con el personal de
Como casi todos los funcionarios insistían en que no había heterosexuales en Urubamba, comenté:
-Si me hubieran dicho eso antes, preparaba otro tipo de charla. Hasta el momento, la única ciudad conocida por eso era Sodoma.
Este tipo de anécdotas no sólo reflejan un desconocimiento de términos. Recuerdo a un profesor iqueño que, al encontrar que en un cuestionario se le preguntaba si tenía amigos heterosexuales, respondió que “no andaba con pervertidos”. Tanto él como los funcionarios de Urubamba confundían las palabras heterosexual con homosexual y asociaban esta última palabra a una conducta contraria a la moral.
Para mí, la moral tiene relación con la buena conducta de una persona. La orientación sexual no tiene mayor relevancia en ello, como tampoco la tienen el estado civil, la estatura o el lugar de origen… pero también es cierto que hace veinte años no pensaba de esta manera.
La mayoría de peruanos todavía vinculan la homosexualidad con prostitución, marginalidad y violencia. Creo que estos prejuicios estaban en la mente de varios funcionarios de
El tratamiento que casi todos los medios de comunicación han dado a las violentas muertes de Alicia Delgado y Marco Antonio Gallego refuerza los prejuicios. No se analiza que nuestra sociedad empuja a muchos homosexuales a actuar en la clandestinidad, lo cual los hace más vulnerables al chantaje, a exponerse a situaciones peligrosas y a sufrir agresiones que normalmente no son denunciadas a tiempo por temor al escándalo o a la indiferencia de las autoridades, como le ocurrió al joven homosexual torturado en la comisaría de Casagrande el año pasado. De hecho, policías y serenos han sido con frecuencia sindicados por cometer violentas agresiones.
La sociedad peruana para los homosexuales como actividad aceptable ser peluqueros, siendo inconcebible que pretendan desarrollarse como médicos, policías o profesores de colegio. Esta última posibilidad crisparía los nervios de la mayoría de padres de familia. Hace unos meses, la película Milk quiso presentar ante el público estadounidense la mentalidad existente décadas atrás, mostrando como en los años setenta se pretendió infructuosamente retirar a los profesores homosexuales de las escuelas. Vista desde el Perú, parecía una película futurista.
Al día siguiente de la charla, el Alcalde de Urubamba firmó
Sin embargo, de todas las causales por discriminación,
Es posible que las generaciones más jóvenes tengan menos prejuicios. En el movimiento de derechos humanos y los círculos académicos, laborales o religiosos que frecuento, ha sido visible el cambio de mentalidad. Sin embargo, me parece que, como en otros problemas de discriminación, en este aspecto, el camino que todavía nos queda por recorrer será largo.
Etiquetas: Cusco, discriminación por vestimenta, homofobia, homosexuales, Urubamba
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