Dos Comentarios a la RP 219
La manipulación de la historia para reforzar ideologías imperantes ha sido una práctica antigua y generalizada en el mundo. Todo esfuerzo para “depurar” la historia de falsedades y dejarla sólo con los hechos tal como acontecieron merece apoyo. Sin embargo, eso aún nos deja muy lejos de lo que la historia debe enseñar a las nuevas generaciones. Si le enseño a los escolares una secuencia rigurosamente objetiva de la guerra con Chile o de los regímenes militares de los 70 o del Fujimorato de los 90 sólo estaré haciéndoles perder el valioso tiempo de sus cortas vidas.
Lo importante que puede enseñar un curso de historia no es una secuencia de hechos, sino cómo encajan éstos en las estructuras sistémicas que van dibujando. Sólo de esa manera los jóvenes adquirirán la capacidad de entender su presente y vislumbrar su futuro, desligándolos de emociones chauvinistas o revanchistas que lo único que hacen es reducir su coeficiente intelectual.
Comprender cómo encaja la Guerra con Chile dentro de la estrategia imperialista de las potencias europeas en el siglo XIX es mucho mas valioso que perder el tiempo con detalles del inminente saqueo de Lima o de quien robó a quien. Mejor aún sería poder encajar el siglo XIX en el curso evolutivo de la civilización occidental donde Latinoamérica ha jugado un papel de periferia proveedora de materias primas y que ahora busca posicionarse en el nuevo mundo posterior al 11 de septiembre, amenazado por desastres económicos y climáticos. Así entenderán el “socialismo del siglo XXI” de Correa, Chávez y Morales; las estrategias integradoras de Chile, Perú y Colombia y los objetivos de liderazgo de Brasil.
(Un abogado que trabaja en la administración pública)
(Un abogado que trabaja en la administración pública)
Mucho se escucha que el verdadero cambio estructural de nuestro país empezará cuando mejoremos la educación y pienso que este cambio debería empezar reformulando la enseñanza de la historia de nuestro Perú.
El aprendizaje de nuestra historia es un elemento que refuerza nuestra identidad: nos muestra que somos parte de un pasado que tiene muchas cosas buenas de las cuales debemos estar orgullosos pero también debe mostrar muchos errores de los cuales obviamente no podemos enorgullecernos pero que debemos conocer porque no se deben repetir jamás.
El conocer nuestra historia nos ayuda a entender mejor por qué somos lo que somos y actuamos de la forma que actuamos, muchas de las formas de pensar y actuar no cambian desde hace 500 años, solo cambia la fachada. Gobiernos autoritarios, pseudo democraticos o que dicen ser democráticos actúan de la misma forma que hace cientos de años. Lo mismo sucede en el comportamiento de los peruanos, desde el momento que le damos la coima al policia o nos colamos asumimos comportamientos que son parte de nuestra herencia cultural.
La Historia del Perú debería ayudarnos a estar cada día mas orgullosos de nuestro país (y que así cada vez menos peruanos se vayan al extranjero) y que cada día seamos mejores personas y por consecuencia mejores familias, mejores sociedades... un mejor país.
Paralelamente, la Historia debería rescatar también los buenos valores que los peruanos han tenido a lo largo de toda nuestra milenaria historia. Hablamos mas de los robos y violaciones en nuestra historia que de los buenos actos de honestidad y trabajo de nuestra gente, tal vez la historia también tenga un poco el toque amarillista de los medios de comunicación ya que las noticias buenas no venden.
(Un ingeniero nikkei)
Etiquetas: dictaduras, Guerra con Chile, Historia del Perú, valores
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