Reflexiones Peruanas 159: Los Mangos de la Macarena
Una imagen del reservorio de San Lorenzo
Los diminutos mangos. Tardarán unos cinco meses para ser cosechados
“¡Felicitaciones por haber construido algo así!” “¡Es impresionante!” “¡Espectacular!”
En el libro de visitas del reservorio de San Lorenzo, toda la última página aparece llena de estas expresiones de admiración por parte de un grupo de universitarios ecuatorianos, quienes se encontraban en Piura para un intercambio estudiantil.
Yo también me había quedado boquiabierto al ver la extensión del lago artificial, pero especialmente cuando nos llevaron a conocer la sala de válvulas y luego bajamos hasta las gigantescas tuberías que se encuentran debajo del reservorio y permiten irrigar Tambogrande, Las Lomas y los demás distritos del valle de San Lorenzo.
Me había alojado en el pequeño caserío de Cruceta, ubicado en el antiguo campamento donde vivieron los obreros e ingenieros que hace varias décadas canalizaron aguas subterráneas para construir el reservorio y así transformaron parte del desierto de Piura en uno de los valles más prósperos del Perú.
Cuando uno recorre las fecundas plantaciones de mango, limón y otros cultivos comprende la férrea defensa de los habitantes del valle ante las pretensiones de la empresa canadiense Manhattan, que a comienzos de este agitado siglo quiso establecer una gigantesca mina de tajo abierto arrasando los fundos y la ciudad de Tambogrande.
Afortunadamente, en el 2003, aislada y sin financiamiento, Manhattan tuvo que retirarse del país y en la actualidad los afamados limones de Tambogrande siguen siendo enviados a todo el Perú, mientras los mangos adquieren cada vez más renombre en el mercado internacional.
Entre varios fundos, visité La Macarena, donde, mediante el riego por goteo, se cultivan mangos de tres variedades distintas. En esta época del año, los frutos son muy pequeños, apenas del tamaño de una uva.
-El clima de Piura es ideal para el mango, porque tiene un período de invierno que permite desarrollar la fruta-, me explicó un ingeniero, que me explicaba el crecimiento de las exportaciones.
-Supongo que los pequeños agricultores producen para el mercado nacional – comenté.
-¡No! –exclamaron al unísono mis interlocutores.
-¡Hasta el que tiene la chacra más pequeña ya cultiva para la exportación! –me indicó Santos, un trabajador de la Parroquia de Cruceta.
Todos han aprendido a lograr el tamaño, la forma, el color y la consistencia que esperan los compradores extranjeros.
La recolección del mango es también una labor muy delicada, después de la cual, el control de calidad es también preocupación de las numerosas fábricas de Tambogrande donde se embalan los mangos para su exportación.
Todo lo que se ve en el valle de San Lorenzo devuelve la confianza que en el Perú es posible una adecuada planificación y así promover el desarrollo sostenible, cuyos beneficios se extiendan a toda la población. “He regresado a Cruceta después de unos años”, dice una monja hondureña, “y ahora hay agua, luz y hasta camión de basura”.
Sin embargo, parece increíble que los mangos, las fábricas, el gran reservorio y la fuente de trabajo para millares de personas estén en peligro de desaparecer por una combinación de improvisación e intereses políticos mezquinos. Desde hace dos años, se han establecido mineros artesanales en la parte alta de la cuenca y sus procesos de cianuración podrían afectar las aguas del reservorio y la calidad de la cosecha.
En Lima, donde todavía se cree que Tambogrande es un pueblito sin veredas ni semáforos, algunos medios han informado que dentro del valle, los propios habitantes se están dedicando a la minería artesanal en su tiempo libre, cuando ellos saben muy bien que basta que llegue un solo mango contaminado a Europa o Estados Unidos para que nunca más puedan exportar.
Cuando hace unos meses, el Presidente Regional César Trelles dispuso la formalización de los mineros artesanales en una reciente ordenanza, 20,000 tambograndinos realizaron una marcha de protesta en las calles de Piura, llevando a Trelles a señalar que la ordenanza quedaría sin efecto (pero no derogada).
Al parecer, existiría el interés de varias empresas mineras para, después de la formalización, adquirir las tierras que ocupan los mineros artesanales y paulatinamente llegar hasta el propio valle de San Lorenzo, logrando la explotación que Manhattan no pudo llevar a cabo. Los agricultores y los alcaldes del valle están exigiendo la derogación de la ordenanza, la total prohibición de la minería artesanal y la intangibilidad del valle. Esperan que el discurso de defensa de la inversión privada y la seguridad jurídica, que tanto enarbola este gobierno, funcione también para los tambograndinos.
Ajenos a lo que se viene debatiendo, mientras usted lee estas líneas, los mangos de La Macarena y de todo el valle de San Lorenzo vienen creciendo y tomando forma hasta que en noviembre y diciembre llegue la cosecha. Esperemos que este ciclo pueda continuar por muchos años, sin que lo interrumpan la ambición o la irresponsabilidad.
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Además...
-Las polémicas generadas por el chocante afiche del Festival de Cine de la Universidad Católica, que comentamos anteriormente (RP 156) y por la discriminación sufrida por el periodista Marco Avilés en el local miraflorino La Sede, refleja la creciente sensibilidad respecto al racismo. A pesar de ello, el grupo Gildemeister continúa exigiendo “excelente presencia” y “fotografía reciente” a las personas que pretende contratar.
-Mientras los sucesivos accidentes de carreteras demuestran la negligencia de numerosas autoridades, resulta sorprendente el privilegio otorgado por el Ministerio de Transportes, a la empresa Soyuz para dirigirse a Huacho por la ruta destinada a los vehículos livianos. Sólo la semana pasada esta empresa tuvo dos accidentes.
-Mientras finalmente, Topy Top será multada por el Ministerio de Trabajo por sus prácticas antisindicales, la agroexportadora Camposol, de capitales venezolanos, continúa en la impunidad después de haber despedido a centenares de trabajadoras por haberse atrevido a formar un sindicato (RP 154).
-El Ministerio Público ha solicitado varios años de prisión para el ex Director de la Maternidad de Lima y los demás médicos involucrados en la transfusión de sangre contaminada con VIH a varios recién nacidos en el año 2004.
-Hablando de médicos, la empresa Nestlé organizó una fiesta para los nuevos pediatras del Perú en el Centro de Convenciones del Jockey Plaza. En muchos países, esta conducta sería considerada una práctica reñida con la ética para influenciar a los profesionales.
En el libro de visitas del reservorio de San Lorenzo, toda la última página aparece llena de estas expresiones de admiración por parte de un grupo de universitarios ecuatorianos, quienes se encontraban en Piura para un intercambio estudiantil.
Yo también me había quedado boquiabierto al ver la extensión del lago artificial, pero especialmente cuando nos llevaron a conocer la sala de válvulas y luego bajamos hasta las gigantescas tuberías que se encuentran debajo del reservorio y permiten irrigar Tambogrande, Las Lomas y los demás distritos del valle de San Lorenzo.
Me había alojado en el pequeño caserío de Cruceta, ubicado en el antiguo campamento donde vivieron los obreros e ingenieros que hace varias décadas canalizaron aguas subterráneas para construir el reservorio y así transformaron parte del desierto de Piura en uno de los valles más prósperos del Perú.
Cuando uno recorre las fecundas plantaciones de mango, limón y otros cultivos comprende la férrea defensa de los habitantes del valle ante las pretensiones de la empresa canadiense Manhattan, que a comienzos de este agitado siglo quiso establecer una gigantesca mina de tajo abierto arrasando los fundos y la ciudad de Tambogrande.
Afortunadamente, en el 2003, aislada y sin financiamiento, Manhattan tuvo que retirarse del país y en la actualidad los afamados limones de Tambogrande siguen siendo enviados a todo el Perú, mientras los mangos adquieren cada vez más renombre en el mercado internacional.
Entre varios fundos, visité La Macarena, donde, mediante el riego por goteo, se cultivan mangos de tres variedades distintas. En esta época del año, los frutos son muy pequeños, apenas del tamaño de una uva.
-El clima de Piura es ideal para el mango, porque tiene un período de invierno que permite desarrollar la fruta-, me explicó un ingeniero, que me explicaba el crecimiento de las exportaciones.
-Supongo que los pequeños agricultores producen para el mercado nacional – comenté.
-¡No! –exclamaron al unísono mis interlocutores.
-¡Hasta el que tiene la chacra más pequeña ya cultiva para la exportación! –me indicó Santos, un trabajador de la Parroquia de Cruceta.
Todos han aprendido a lograr el tamaño, la forma, el color y la consistencia que esperan los compradores extranjeros.
La recolección del mango es también una labor muy delicada, después de la cual, el control de calidad es también preocupación de las numerosas fábricas de Tambogrande donde se embalan los mangos para su exportación.
Todo lo que se ve en el valle de San Lorenzo devuelve la confianza que en el Perú es posible una adecuada planificación y así promover el desarrollo sostenible, cuyos beneficios se extiendan a toda la población. “He regresado a Cruceta después de unos años”, dice una monja hondureña, “y ahora hay agua, luz y hasta camión de basura”.
Sin embargo, parece increíble que los mangos, las fábricas, el gran reservorio y la fuente de trabajo para millares de personas estén en peligro de desaparecer por una combinación de improvisación e intereses políticos mezquinos. Desde hace dos años, se han establecido mineros artesanales en la parte alta de la cuenca y sus procesos de cianuración podrían afectar las aguas del reservorio y la calidad de la cosecha.
En Lima, donde todavía se cree que Tambogrande es un pueblito sin veredas ni semáforos, algunos medios han informado que dentro del valle, los propios habitantes se están dedicando a la minería artesanal en su tiempo libre, cuando ellos saben muy bien que basta que llegue un solo mango contaminado a Europa o Estados Unidos para que nunca más puedan exportar.
Cuando hace unos meses, el Presidente Regional César Trelles dispuso la formalización de los mineros artesanales en una reciente ordenanza, 20,000 tambograndinos realizaron una marcha de protesta en las calles de Piura, llevando a Trelles a señalar que la ordenanza quedaría sin efecto (pero no derogada).
Al parecer, existiría el interés de varias empresas mineras para, después de la formalización, adquirir las tierras que ocupan los mineros artesanales y paulatinamente llegar hasta el propio valle de San Lorenzo, logrando la explotación que Manhattan no pudo llevar a cabo. Los agricultores y los alcaldes del valle están exigiendo la derogación de la ordenanza, la total prohibición de la minería artesanal y la intangibilidad del valle. Esperan que el discurso de defensa de la inversión privada y la seguridad jurídica, que tanto enarbola este gobierno, funcione también para los tambograndinos.
Ajenos a lo que se viene debatiendo, mientras usted lee estas líneas, los mangos de La Macarena y de todo el valle de San Lorenzo vienen creciendo y tomando forma hasta que en noviembre y diciembre llegue la cosecha. Esperemos que este ciclo pueda continuar por muchos años, sin que lo interrumpan la ambición o la irresponsabilidad.
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Además...
-Las polémicas generadas por el chocante afiche del Festival de Cine de la Universidad Católica, que comentamos anteriormente (RP 156) y por la discriminación sufrida por el periodista Marco Avilés en el local miraflorino La Sede, refleja la creciente sensibilidad respecto al racismo. A pesar de ello, el grupo Gildemeister continúa exigiendo “excelente presencia” y “fotografía reciente” a las personas que pretende contratar.
-Mientras los sucesivos accidentes de carreteras demuestran la negligencia de numerosas autoridades, resulta sorprendente el privilegio otorgado por el Ministerio de Transportes, a la empresa Soyuz para dirigirse a Huacho por la ruta destinada a los vehículos livianos. Sólo la semana pasada esta empresa tuvo dos accidentes.
-Mientras finalmente, Topy Top será multada por el Ministerio de Trabajo por sus prácticas antisindicales, la agroexportadora Camposol, de capitales venezolanos, continúa en la impunidad después de haber despedido a centenares de trabajadoras por haberse atrevido a formar un sindicato (RP 154).
-El Ministerio Público ha solicitado varios años de prisión para el ex Director de la Maternidad de Lima y los demás médicos involucrados en la transfusión de sangre contaminada con VIH a varios recién nacidos en el año 2004.
-Hablando de médicos, la empresa Nestlé organizó una fiesta para los nuevos pediatras del Perú en el Centro de Convenciones del Jockey Plaza. En muchos países, esta conducta sería considerada una práctica reñida con la ética para influenciar a los profesionales.
Etiquetas: mangos, minería, Piura, Tambogrande
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