viernes, abril 07, 2006

87: Las Alucinaciones Negativas

El pasado Día de la Mujer los supermercados Wong rompieron la tradición de presentar solamente personas blancas en sus avisos, enfatizando que saludaban por ese día a “todas” las mujeres peruanas. En el aviso publicado en El Comercio aparecían tres mujeres: la primera era blanca, la del centro negra… y la última, blanca también. ¿Y las andinas y mestizas, como son la mayoría de trabajadoras de Wong y muchas de sus clientas? ¿Son invisibles para los dueños de Wong y sus publicistas?

La víspera, durante el primero de los Martes Antirracistas, el psicoanalista Jorge Bruce había precisamente explicado que una manifestación de racismo son las “alucinaciones negativas”, es decir la imposibilidad para ver lo que está ante nuestros ojos. El ejemplo, ya clásico, fue la barrera mental que durante los años ochenta impedía a los limeños darse cuenta de la magnitud de la violencia política que sufrían muchos compatriotas... aunque en realidad, la “alucinación negativa” no sólo correspondía a la violencia, sino a la existencia misma de estos millones de peruanos.
Sin embargo, las alucinaciones negativas están tan arraigadas entre nosotros, que inclusive pueden manifestarse en una actividad contra el racismo. Hace dos años, me encontraba dando una charla al respecto en la Universidad Católica, mientras un amigo solicitaba a los asistentes sus adhesiones para el pronunciamiento titulado Basta de Racismo. Desde la mesa, yo veía cómo él pasaba una y otra vez ante uno de los jóvenes presentes y, curiosamente, no le pedía que firmara. Inclusive, mi amigo llegó a salir de la sala para pedir que se adhirieran las personas que estaban afuera.
Terminada la charla, yo tomé un planillón y me dirigí hacia el asistente que había sido ignorado y él inmediatamente puso su nombre y su firma. Se llamaba, lo recuerdo bien, Faustino Pari y sus marcados rasgos andinos revelaban que de todos los que estaban allí era seguramente quién más padecía racismo. ¿Por qué mi amigo no había podido verlo?... Bueno, era el huachimán.
“Su uniforme lo hace invisible”, me comentó un asistente chileno. De hecho, aún en espacios que se consideran progresistas, muchas personas pasan ante los huachimanes como si fueran seres invisibles o que no merecen ser saludados.

De esta misma forma, una alucinación negativa impide a los líderes políticos peruanos ver que la mayoría de ciudadanos enfrenta problemas como la precariedad laboral, la falta de acceso a la salud o la indocumentación.

A algunos voceros de los éxitos económicos del gobierno actual, una alucinación negativa les impide ver a los desesperados que huyen del Perú aún mediante endebles embarcaciones o arriesgando su vida por 1,000 dólares mensuales en Kabul o Bagdad... Los triunfalistas no logran percibir que un crecimiento en contexto de desigualdad sólo genera más frustración. En cambio, un periodista que vive en el norte de Lima señala los efectos no deseados de la modernidad: “Mucha gente que se atreve a ingresar a un supermercado por curiosidad es aún más consciente de su pobreza cuando a su lado pasan, otros felices con sus carritos llenos de provisiones”.

Por ello, también sufren alucinaciones negativas quienes pretenden enfrentar la criminalidad, el pandillaje o los suicidios juveniles como si fueran problemas aislados, sin poder percibir el ambiente de frustración que generan las desigualdades sociales.

En la política de medio ambiente y minería, el Ministerio de Energía y Minas y Perú Petro ignoran la existencia de millones de ciudadanos, cuando otorgan concesiones a empresas petroleras o mineras, como si los territorios que habitan estuvieran deshabitados… y luego se sobresaltan cuando se enteran de los conflictos que surgen.

A veces, creo que preferimos creer en la alucinación negativa, porque aceptar lo que está delante de nosotros sería doloroso y nos interpelaría, como sucedió frente al Informe de la Comisión de la Verdad. La realidad, sin embargo, irrumpe una y otra vez: Ilave, Camisea, Arequipa, Huancabamba, Espinar, pero se mantienen los esfuerzos desesperados por no verla... y creer en el mundo ideal que ofrecen los comerciales, sin cholos, sin pobres, sin provincias…

Por eso, quienes se desconciertan ante el respaldo masivo que mantiene Ollanta Humala en varios departamentos del país o por la simpatía de muchos campesinos hacia Fujimori, deberían dejar de pensar que los peruanos son seres dementes o ignorantes e intentar comprender qué encuentra la población encuentra en determinados líderes... y no encuentra en otros. Será doloroso, pero es preferible a continuar viviendo en espejismos.
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Una delegación del Parlamento Europeo ha decidido visitar Huancabamba ante las sucesivas denuncias contra la empresa Majaz por los abusos que se cometen contra líderes ambientalistas en la región.

Muchos de quienes se sienten indignados ante la quinta avería del gasoducto de Camisea ignoran que en su recibo de luz se incluye un aporte voluntario para la empresa transportadora. Osinerg ha pedido que la empresa devuelva el dinero a los ciudadanos por los días en que se interrumpió el suministro de gas, pero la empresa se ha rehusado, señalando que no está previsto en el contrato (tampoco lo estaban las averías).